dilluns, 28 de maig del 2012

Simplemente amor...



He oído la historia de un hombre que siguió soltero toda su vida porque buscaba a la mujer perfecta.

Cuando llegó a los setenta, alguien le preguntó:

"Has estado viajando y viajando, desde Kabal a Katmandú, de Katmandú a Goa, de Goa a Puna.
No has cesado de buscar.
¿No lograste encontrar a una mujer perfecta?
¿Ni siquiera una?"

El viejo se entristeció. Dijo
"Sí, una vez me crucé con una; una vez me encontré con una mujer perfecta."

El que le interrogaba le dijo:
“¿Qué pasó entonces? ¿Por qué no te casaste?"

Con aún mayor tristeza, contestó:
"¿Qué podía hacer? Ella estaba buscando al hombre perfecto."

Para fluir y crecer en el amor no se necesita perfección porque el amor no tiene nada que ver con el otro.

Una persona amorosa simplemente ama, tal como una persona viva respira y bebe, come y duerme.

Exactamente así es como una persona realmente viva, amorosa, ama.

No dices: "Si no hay un aire perfecto, puro, no respiraré".

Sigues respirando, aunque sea en Los Ángeles, sigues respirando aun en Bombay.

Sigues respirando en cualquier lugar aunque el aire esté contaminado, envenenado.

Sigues respirando.

No te puedes dar el lujo de no respirar porque el aire no es como debiera ser.

Si tienes hambre comes algo, lo que sea.

En el desierto, si te estás muriendo de sed, beberás cualquier cosa. No pedirás Coca-Cola; cualquier cosa te vendrá bien, cualquier bebida, aunque sea agua, incluso agua sucia.

Un hombre vivo simplemente ama.

El amor es una función natural.

Así que lo que debes recordar es esto: no pidas perfección, porque entonces no encontrarás nada de amor fluyendo en ti.

Por el contrario, serás incapaz de amar.

La gente que exige perfección es gente incapaz de amar.

Osho

dijous, 24 de maig del 2012

Este artículo es largo pero muy interesante y, estemos o no de acuerdo con la opinión de la entrevistada, nos hace replantearnos las cosas y ver la sanidad desde otra perspectiva…

Entrevista con la doctora Ghislaine Lanctôt

El sistema sanitario es una verdadera mafia que crea enfermedades y mata por dinero y poder

La autora de ”La mafia médica” acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la que -como ella misma confiesa- estaba convencida de que la Medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para curar cualquier enfermedad. Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse.

- ¿Por qué esa decepción?

Porque empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar. Por ejemplo, que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial. Además, en aquella época entré en contacto con varios ’terapeutas suaves’ -es decir, practicantes de terapias no agresivas- que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.

-Y supongo que empezó a preguntarse por qué en la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas.

Así es. Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el ’comité científico’ organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.

-Y eso fue clarificador para usted

Y tanto. Darme cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos -y los futuros médicos, es decir, los estudiantes- me hizo entender claramente que la Medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por los seguros -públicos o privados, da igual- porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Y es que si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social… encontramos lo mismo.

-El poder económico

Exacto, es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. ¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma… porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación… pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la vida.

UN SISTEMA DE ENFERMEDAD

-Infiero que ésa es la razón de que en su libro se refiera al sistema sanitario como ’sistema de enfermedad’

Efectivamente. El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de la enfermedad y no de la salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo.

-Se supone que el sistema sanitario está al servicio de las personas

Está al servicio de quien le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial -puramente ilusoria- el sistema está al servicio del paciente pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.

-¿Y qué papel juega el médico en esa mafia?

El médico es -muchas veces de forma inconsciente, es verdad- la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un ’dios’ de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, la ’científica’, no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles al sistema.

-El sistema, en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada ’medicina científica’, la que usted aprendió y de la que ha renegado. Precisamente en el mismo número en que va a aparecer su entrevista publicamos un artículo al respecto

La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de ’enfermedad psicosomática’ al paciente y le envía a casa tras recetarle pastillas para los nervios.

-Es decir, que a su juicio, la medicina convencional sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas.

Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí. Da la impresión de curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.

-A su juicio, pues, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no agresivas

Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y le ayudan a sanar… pero tampoco curan. Mire, cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos. Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está, pues, romper esa esclavitud.

-Y, en su opinión, ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?

A ese respecto tengo tres hipótesis. La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando… pero es difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello… pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder.

-Y la tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema

Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa parece la más plausible. Y si un Gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia.

LA MAFIA MÉDICA

-¿Quiénes integran, a su juicio, la ’mafia médica’?

A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del Medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) -el Ministerio de Sanidad de la ONU- y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero.

-Tenemos entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es ’la mafia de las mafias

Así es. Esa organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la ’política de enfermedad’ en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control.

-¿En qué consiste esa declaración?

Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo ’ministerio de salud’ es la OMS. Desde entonces ’derecho a la salud’ significa ’derecho a la medicación’. Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.

-Una labor que no se cuestiona

Claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud? Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico.

-¿Cree que ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control?

Por supuesto que no. Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al dinero.

-Una mafia sumamente poderosa

Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia. Hoy día a los investigadores se les ’orienta’. Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los terapeutas ’alternativos’ se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se ’fabrican’ multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado… Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.

LAS AUTORIDADES MIENTEN

LA PRIMERA GRAN MENTIRA: LAS VACUNAS NOS PROTEGEN

- Lo que usted explica del sistema sanitario imperante es una realidad que cada vez más gente empieza a conocer pero nos han sorprendido algunas de sus afirmaciones respecto a lo que define como ’las tres grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias’

Pues lo reitero: las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.

- Bien, hablemos de ello aunque ya le adelanto que en la revista no compartimos algunos de sus puntos de vista. Si le parece, podemos empezar hablando de las vacunas. A nuestro juicio, afirmar que ninguna vacuna es útil no se sostiene. Otra cosa, que sí compartimos, es que algunas son ineficaces y otras inútiles; a veces, hasta peligrosas.

Pues yo mantengo todas mis afirmaciones. La única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales cortocircuitan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo. Y que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma. Asimismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas.

-¿A cuáles se refiere?

A las de enfermedades como la tuberculosis y el tétanos, vacunas que no confieren ninguna inmunidad; la rubéola, de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural; la difteria, que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos; la gripe y la hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas.

-¿Y hasta qué punto pueden ser también peligrosas?

Las innumerables complicaciones que causan las vacunas -desde trastornos menores hasta la muerte- están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante. Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto contra los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.

-Le agradecería que mencionara algunas…

Mire, en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los estados un gasto de miles de millones de dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas… es el que obtiene la industria. Además, la vacunación estimula el sistema inmune pero, repetida la vacunación, el sistema se agota. Por tanto, la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el ’sida silencioso’ y garantizar un ’mercado de la enfermedad’ perpetuamente floreciente. Más datos: la vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz. Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región… Sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.

LA SEGUNDA GRAN MENTIRA: EL SIDA ES CONTAGIOSO

- Bueno, es evidente que hay muchas cosas de las que se puede hacer un buen o mal uso pero eso depende de la voluntad e intención de quien las utiliza. Bien, hablemos si le parece de la segunda ’gran mentira’ de las autoridades: usted afirma que el Sida no es contagioso. Y perdone, pero así como el resto de sus afirmaciones en este ámbito nos han parecido razonadas y razonables, no hemos visto que argumente esa afirmación

Yo afirmo que la teoría de que el único causante del sida es el VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida es falsa. Ésa es la gran mentira. La verdad es que tener el VIH no implica necesariamente desarrollar sida. Porque el sida no es sino una etiqueta que se ’coloca’ a un estado de salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema inmune está bajo. Y niego que tener sida equivalga a muerte segura. Pero, claro, esa verdad no interesa. Las autoridades nos imponen a la fuerza la idea de que el Sida es una enfermedad causada por un solo virus a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en 1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el sida. Otra evidencia es el hecho de que hay numerosos casos de sida sin virus VIH y numerosos casos de virus VIH sin sida (seropositivos). Por otro lado, aún no se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el sida, lo cual es una regla científica elemental para establecer una relación causa-efecto entre dos factores. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo se activa cuando el sistema inmune está debilitado.

- Por cierto, usted afirma en su libro que el VIH fue creado artificialmente en un laboratorio

Sí. Investigaciones de eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.

-También observamos que ataca duramente la utilización del AZT para tratar el sida

Ya en el Congreso sobre SIDA celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los ’supervivientes del sida’ afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, yo afirmo que se puede sobrevivir al sida… pero no al AZT. Este medicamento es más mortal que el sida. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmuno depresores como se refuerza el sistema inmunitario. Mire, el sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica. Es así de simple.

LA TERCERA GRAN MENTIRA: EL CÁNCER ES UN MISTERIO

-Hablemos de la ’tercera gran mentira’ de las autoridades: la de que el cáncer es un misterio

El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunitario está débil y no puede eliminarlas. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.

-Y es en ese momento cuando se entra en el engranaje del ’sistema de enfermedad’

Así es. Porque cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o ’formas de tortura’: amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia). Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Y después de cuatro décadas de ’lucha intensiva’ contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado. Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se han despilfarrado miles de millones de euros y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo. Hoy sabemos a quién beneficia esta situación. Como sabemos quién la ha creado y quién la sostiene. En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas. Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del ’armamento contra el cáncer’; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.

LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA

-Sin embargo, a pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación?

Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar.

- Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado

Sí. Y yo creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad. La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente de su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.

- ¿Y en qué punto cree que estamos?

Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada ’medicina científica’ y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior.

- ¿Y qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior?

El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses. ¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.

-¿Y qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia?

Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: ’Eso es imposible’. En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.

Laura Jimeno Muñoz
Periodista

diumenge, 20 de maig del 2012

La SGAE ataca de nuevo...


Com usuaria de les biblioteques públiques em sento moralment obligada a fer pública la última pretensió de la SGAE...

POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.

Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.

Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?

Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro - escritor

Diferencia entre Religión y Espiritualidad



Para lidiar con los grandes enigmas de la vida, el ser humano creó las religiones.

En ellas pretende encontrar la luz que necesita para develar el misterio que envuelve su origen y su destino, para interpretar el sentido y el propósito de la existencia, para descubrir las causas del dolor que lo aqueja; y, en fin, para encontrar un poco de alivio a sus incontables males.

Sin embargo, estas religiones que la humanidad se ha dado, acabaron por institucionalizarse.

Y al hacerlo, se convirtieron en organismos transnacionales que, por momentos, aparecen ante nuestros ojos como grandes estructuras de poder y, los objetivos originales que propiciaron su aparición y que estaban revestidos de profunda espiritualidad, han quedado sepultados por esa avalancha de intereses que ahora ahoga a los cultos religiosos.

Precisamente, esa ausencia de espiritualidad que se manifiesta en las grandes religiones del mundo, es la que nos mueve a pensar que religión y espiritualidad no son lo mismo.

Religiones hay muchas espiritualidad, sólo una.
La religión se apega a rituales; la espiritualidad, los trasciende
La religión adormece; la espiritualidad, despierta.
La religión es para los que necesitan que alguien les diga qué es lo que tienen que hacer; la espiritualidad es para los que sólo prestan oído a su voz interior.
La religión se organiza con base en dogmas incuestionables; la espiritualidad invita a razonarlo todo, a cuestionarlo todo; impulsa a que sea el practicante quien tome las decisiones y a que asuma las consecuencias de sus actos.
La religión amenaza y amedrenta; la espiritualidad da paz interior.
La religión habla de pecado y de culpa; la espiritualidad ayuda a aprender de los errores cometidos.
La religión reprime; la espiritualidad libera.
La religión se inculca desde la infancia; la espiritualidad es algo que se tiene que buscar.
La religión inventa; la espiritualidad descubre.
La religión es estricta; la espiritualidad carece de reglas.
La religión alienta la separatividad; la espiritualidad promueve la unión.
La religión anda en pos de las personas; la espiritualidad espera que sean ellas las que la encuentren.
La religión se apega a un libro sagrado; la espiritualidad busca lo que de sagrado hay en todos los libros.
La religión se alimenta del miedo; la espiritualidad da confianza.
La religión quiere estar en el pensamiento de la gente; la espiritualidad aspira a la conciencia.
La religión se ocupa del hacer; la espiritualidad, del ser.
La religión es lógica; la espiritualidad, dialéctica.
La religión alimenta el ego; la espiritualidad lo trasciende.
La religión quiere que se renuncie al mundo; la espiritualidad ayuda a vivir en paz en él.
La religión promueve la adoración; la espiritualidad, la meditación
La religión es parte de la psicología de las masas; la espiritualidad es individual.
La religión quiere que el ser humano sueñe con la gloria y el paraíso; la espiritualidad ayuda a encontrarlos aquí y ahora.
La religión atrapa la mente; la espiritualidad libera la conciencia.
La religión hace creer en la vida eterna; la espiritualidad hace que se tome conciencia de ella.
La religión promete bienestar en el más allá; la espiritualidad da bienestar en esta vida.

(M'ha arribat en una presentació, sense autor, però ratifico totes les afirmacions...)

CONJURO DE AMOR

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.

- Nos amamos - empezó el joven.

- Y nos vamos a casar - dijo ella.

- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.

- Por favor - repitieron - ¿hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.

- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa -. Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.

- No importa - dijeron los dos-. Lo que sea - ratificó Toro Bravo.

- Bien -dijo el brujo-. Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?

La joven asintió en silencio.

- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la Montaña del Trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¡salgan ahora!.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur.... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo.

- Sí, sin duda. Como lo pediste... ¿y ahora? - preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?

- No - dijo el viejo-.

- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven-.

- No - repitió el viejo-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.

Este es el conjuro...

- Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos pero jamás atados.

20 CONSEJOS DE LOS INDÍGENAS NORTEAMERICANOS



1.Levántate con el sol para orar. Ora sola(o). Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.

2.Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.

3.Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.

4.Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.

5.No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.

6.Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.

7.Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera.Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.

8.Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.

9.Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.

10.Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.

11.La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia del mundo.

12.Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.

13.Evita herir los corazones de los demás. El veneno de su sufrimiento retornará a ti.

14.Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.

15.Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente. Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.

16.Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.

17.Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.

18.Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.

19.Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.

20.Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad.

Las mujeres que saben "SU LUGAR"



Barbara Walters, de la publicación 20/20, cuenta una historia sobre Los roles de género en Kabul, Afganistán, varios años antes del conflicto afgano.

Señaló que las mujeres habitualmente caminaban cinco pasos detrás de sus maridos, situación por cuyo cambio lucharon durante mucho tiempo.

Ella acababa de regresar a Kabul y observó que, a pesar de la caída del régimen opresor talibán, las mujeres todavía caminan detrás de sus maridos, no obstante lo cual ahora parecían felices de conservar esa vieja costumbre.

La sra. Walters se acercó a una de las mujeres afganas y comentó:

- ¡¡Ahora parecen estar satisfechas con la vieja costumbre que una vez trataron desesperadamente de cambiar!! ¿¿Cuál es el motivo?? La mujer miró a la Sra. Walters directamente a los ojos y sin dudarlo dijo:
- ¡¡"Las minas terrestres!!"

Moraleja de la historia:

No importa qué idioma hablen o hacia donde vayan ... Detrás de cada hombre ¡¡hay una mujer inteligente!!

A ESO, LLÁMALE...



A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso..., no le llames adversidad, llámale
■Sabiduría

A eso de sentirte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso, no le llames castigo, llámale
■Enseñanza

A eso de pasar días radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso, no le llames rutina, llámale
■Experiencia

A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta,
y tu corazón ame
A eso, no le llames poder humano, llámale
■¡¡V I D A!!

De un power point (*.pps/*.ppt) recibido...

10 Estrategias de Manipulación Mediática



El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios:

1. La estrategia de la distracción- El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones- Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad- Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir- Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad- La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión- Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad- Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad- Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad- Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, ¡sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen- En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.

 
Rodolfo Walsh (Periodista y activista político argentino desaparecido desde 1977)

“No te preocupes por no poder dar a tus hijos lo mejor de todo... Dales lo mejor de ti.”




Cierto día, una Ana fue a renovar su permiso de conducir.

Cuando le preguntaron cuál era su profesión, ella dudó. No sabía muy bien como clasificarse.

El funcionario insistió: “Lo que le pregunto es si tiene un trabajo”. "Claro que tengo un trabajo", exclamó. "Soy madre."

"Nosotros no consideramos eso un trabajo. Voy a anotar ama de casa", dijo el funcionario fríamente.

Una amiga suya, Marta, supo lo ocurrido y estuvo recapacitando sobre esa anécdota...

Un día, se encontró en una situación similar. La persona que la atendió era una funcionaria de carrera, segura, eficiente.

El formulario parecía enorme, interminable.

La primera pregunta fue: “¿Cuál es su trabajo?"

Pensó un poco y sin saber bien cómo, respondió:

"Soy doctora de desarrollo infantil y relaciones humanas."

La funcionaria hizo una pausa y Marta tuvo que repetir pausadamente, enfatizando las palabras más
significativas.

Después de tener todo anotado, la joven quiso indagar.

"Puedo preguntar, ¿Qué es lo que usted hace exactamente?”

Con mucha calma, Marta explicó: "Desarrollo un programa a largo plazo, dentro y fuera de casa."

Pensando en su familia, continuó: "soy responsable de un equipo con el que tengo cuatro proyectos en marcha. Trabajo en régimen de dedicación exclusiva. Paso 14 horas al día en ello, y a veces llego a las 24 horas.”

A medida que ella iba describiendo sus responsabilidades, Marta notó el creciente tono de respeto en la voz de la funcionaria.

Cuando regresó a su casa, Marta fue recibida por su equipo: una niña de 13 años, otra de 7 y otra de 3.

Subiendo a las habitaciones de arriba de la casa, pudo oír a su proyecto más nuevo: un bebé de seis meses, probando una nueva tonalidad de voz.

Feliz, Marta tomó al bebé en sus brazos y pensó en la gloria de la maternidad, con sus múltiples responsabilidades y horas interminables de dedicación.

"Mamá ¿donde está mi zapato? Mamá, ¿me ayudas a hacer un lazo? Mamá, el bebé no para de llorar. Mamá, ¿me vendrás a buscar al colegio? Mamá, ¿vendrás mañana a mi función? Mamá, ¿vamos de compras? Mamá...”

Sentada en la cama, Marta pensó: “Si yo soy doctora de desarrollo infantil y relaciones humanas, ¿Qué serán las abuelas?

Y descubrió un título para ellas: Doctoras en grado superior de desarrollo infantil y relaciones humanas.

A las bisabuelas, doctoras ejecutivas en grado superior.

A las tías, doctoras-ayudantes.

Y a todas las mujeres, madres, esposas, amigas y compañeras: doctoras del arte de hacer la vida mejor.

En un mundo donde se le da tanta importancia a los títulos, en que se exige siempre mayor especialización en el área profesional, vuélvete especialista en el arte de amar.

Haz llegar este mensaje a todas las mujeres y también a los hombres, para que puedan agradecer y retribuir toda la dedicación que reciben diariamente de sus abuelas, madres, tías, hermanas, amigas o esposas.

Muéstrales que siempre existe “un momentito” en el cual estás pensando en ellos...

Haz a una mujer feliz... Hoy ¡¡¡Y siempre!!!

Y principalmente... ¡¡¡SE FELIZ TU TAMBIEN!!!



(Recibido por e-mail en un pps.)

Carta a un docente...





Educar debe de ser una cosa parecida a espabilar a los niños y frenar a los adolescentes. Justo lo contrario de lo que hacemos: no es extraño ver niños de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver algunos de catorce sin hora de volver a casa. Lo hemos llamado sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al insti sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo ya se ha pasado a la coca.

Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y que exista un vacío que llega hasta los libros de socorro para padres de adolescentes, esos que lucen títulos tan sugerentes como Mi hijo me pega o Mi hijo se droga. Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba. Desde que abandonan el pañal (¡ya era hora!) hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a andar y nos desentendemos hasta que toca irlos a buscar de madrugada a la disco. Ahora que al fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a desvelar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años.

Alguien se estremecerá pensando que este período es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allá los esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos. Al modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie los podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han intentado siquiera. Los maestros hacen algo más que huelga o vacaciones, y la educación es bastante más que un problema. Pido perdón tres veces: por colocar en un título tres palabras tan cursis y pasadas de moda, por haberlo hecho para hablar de los maestros, y, sobre todo sobre todo, porque mi idea es -lo siento mucho- hablar bien de ellos. Sé que mi doble condición de padre y periodista, tan radical que sus siglas son PP, me invita a criticarlos por hacer demasiadas vacaciones (como padre) y me sugiere que hable de temas importantes, como la ley de educación (es lo mínimo que se le pide a un periodista esta semana). Pero estoy harto de que la palabra más utilizada junto a escuela sea 'fracaso' y delante de educación acostumbre a aparecer siempre el concepto 'problema', y que 'maestro' suela compartir titular con 'huelga'. La escuela hace algo más que fracasar, los maestros hacen algo más que hacer huelga (y vacaciones) y la educación es bastante más que un problema. De hecho es la única solución, pero esto nos lo tenemos muy callado, por si acaso.

Mi proceso, íntimo y personal, ha sido el siguiente: empecé siendo padre, a partir de mis hijos aprendí a querer el hecho educativo, el trabajo de criarlos, de encarrilarlos, y, mira por donde, ahora aprecio a los maestros, mis cómplices. ¿Cómo no he de querer a una gente que se dedica a educar a mis hijos? Por esto me duele que se hable mal por sistema de mis queridos maestros, que no son todos los que cobran por hacerlo, claro está, sino los que son, los que suman a la profesión las tres palabras del título, los que mientras muchos padres se los imaginan en una playa de Hawai están encerrados en alguna escuela de verano, haciendo formación, buscando herramientas nuevas, métodos más adecuados. Os deseo que aprovechéis estos días para rearmaros moralmente. Porque hace falta mucha moral para ser maestro. Moral en el sentido de los valores y moral para afrontar el día a día sin sentir el aprecio y la confianza imprescindibles. Ni los de la sociedad en general, ni los de los padres que os transferimos las criaturas pero no la autoridad. ¿Os imagináis un país que dejara su material más sensible, las criaturas, en sus años más importantes, de los cero a los dieciséis, y con la misión más decisiva, formarlos, en manos de unas personas en quienes no confía?

Las leyes pasan, y las pizarras dejan de ensuciarnos los dedos de tiza para convertirse en digitales. Pero la fuerza y la influencia de un buen maestro siempre marcará la diferencia: el que es capaz de colgar la mochila de un desaliento justificado junto a las mochilas de los alumnos y, ya liberado de peso, asume de buen humor que no será recordado por lo que le toca enseñar, sino por lo que aprenderán de él.

Carles Capdevila, Periodista

dijous, 10 de maig del 2012



Hay que tener presente poner futuro en los sueños del pasado


Angela Botero


dimarts, 8 de maig del 2012

Darlo todo...



UN DIA UNO

RESUELVE DARLO TODO

SIN IMPORTAR SI ES MUCHO.

TOTAL,

UNO TIENE BASTANTE

Y HASTA LE SOBRA.

EN CADA COSA

VA EL ALMA ENTERA,

INAGOTABLE, PERFECTA.

DE TODAS MANERAS

CUALQUIER TARDE

LA MAGIA TERMINA.

SE ACABA.

HAY DENTRO UN VACIO.

NADA!

HEMOS ABUSADO Y SIN

PRESENTIRLO SIQUIERA

ESTAMOS AHI,

A UN LADO.

PERO POR SER COMO SOMOS,

EXTENDEMOS LAS MANOS

SEGUROS DE QUE TODO

NACERA UN DIA,

CON EL SOL.

MUY TEMPRANO.


Angela Botero

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS BANCOS?

En los últimos días, los periódicos y las televisiones están repletos de noticias sobre la delicada situación de los bancos españoles. Una y otra vez se repiten frases como: "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" y "la economía sólo se recuperará cuando el crédito vuelva a fluir".

Os propongo que demos un pasito hacia atrás y exploremos una pregunta esencial: ¿para qué sirven los bancos?

¿Qué hace un banco?

Un banco recoge depósitos y concede préstamos.

¿Por qué los bancos son importantes para la economía?

Los bancos son importantes para la economía porque canalizan el dinero "que está parado" (los depósitos) hacia personas que lo utilizarán en alguna actividad.

Imaginemos que yo quiero fundar el mejor blog en castellano. Necesito dinero para pagar a un diseñador web, comprar anuncios en Google y contratar a siete masajistas que alivien la tensión que mi éxito genera. Para eso, pido un préstamo al banco que devolveré en 3 años.

Si mi negocio funciona, todo el mundo sale ganando. Yo, porque no hubiese podido abrir mi web sin el préstamo. Los ahorradores obtienen ciertos intereses por tener su dinero en el banco. El banco gana porque los intereses que yo pago por el préstamo son mayores que los que el banco paga a sus clientes. También ganan el resto de ciudadanos porque la web genera puestos de trabajo y nuevos impuestos.

Los bancos son "el sistema circulatorio" de una economía: canalizan los recursos inutilizados hacia nueva actividad económica. Un sistema financiero que funcione bien es esencial para una economía próspera.

Entonces, ¿los bancos son siempre buenos para la sociedad?

No. Un sistema financiero que funcione mal puede destrozar una economía.

Nuestra crisis es un buen ejemplo del daño que pueden hacer los bancos mal gestionados. La burbuja inmobiliaria se produjo porque los bancos concedieron hipotecas a malsalva. Como era tan fácil conseguir una hipoteca, los precios de la vivienda se dispararon.

Los bancos españoles obtenían gran parte de ese dinero a través de bancos alemanes. Los ahorros en Alemania se canalizaban hacia préstamos en España.

Ahora los alemanes nos dicen que "hemos vivimos por encima de nuestras posibilidades". Esta frase me repele porque contiene un aire moralista bastante bobo. Permitidme reformularla así: "algunas empresas y familias españolas se endeudaron por encima de sus posibilidades". Pero también podemos preguntarnos por el otro lado de la ecuación: empresas y familias se endeudaron porque había bancos que les prestaron ese dinero.

Si debemos repartir la culpabilidad entre bancos y familias, los bancos deberían llevarse la mayor parte: ellos poseen muchísima más información que las familias. Además, el trabajo de un banco consiste, precisamente, en valorar si un préstamo es sostenible o no.

Aún más terrible: mucha gente está pagando un enorme precio humano por errores que no cometieron. Muchas de las personas que han perdido su empleo ni habían pedido créditos ni habían especulado con la burbuja inmobiliaria.

¿Debemos rescatar a los bancos?

Resulta sangrante que el Estado inyecte miles de millones en bancos privados (responsables de la crisis) mientras se recorta en sanidad y educación.

Además, rescatar a los bancos genera profundos dilemas morales. Primero: ¿porqué se rescata a los bancos mientras el resto de empresas desaparecen cuando su negocio fracasa? Segundo: si los bancos saben que el Estado siempre va a rescatarlos, ¿qué incentivo tienen para hacer bien su trabajo? ¡Menudo chollo ser banquero! Cuando el negocio funciona, gano mucho dinero y cuando el negocio va mal, ¡los ciudadanos me pagan el sueldo!

Casi todos los economistas, desde los más "liberales" a los más "progresistas" (e.g. Paul Krugman) opinan que, a pesar de todo, es necesario rescatar a los bancos.

Para comprender este juicio, exploremos la pregunta complementaria: ¿qué ocurre si no rescatamos a los bancos? En primer lugar, muchas familias perderían parte de sus ahorros. Y si el sistema financiero colapsa por completo, casi todas las empresas se irían a la bancarrota en cuestión de semanas.

Estos días se habla mucho de Islandia. Ellos decidieron no rescatar a sus bancos y les ha ido muy bien. El problema es que la situación en Islandia es dificilmente comparable con la nuestra. Islandia es un país muy pequeño (300.000 habitantes) que tenía bancos monstruosos: la mayor parte del dinero que había en esos bancos no pertenecía a ciudadanos islandeses. El marrón se lo acabaron comiendo los fondos de pensiones británicos y holandeses.

Yo creo que la cuestión relevante es esta: ¿qué debemos pedir a los bancos a cambio de un rescate? Para empezar, no podemos permitir que los antiguos gestores se retiren con pensiones millonarias. Segundo, mientras haya dinero público, los bancos deberían priorizar la salud de nuestra economía sobre los intereses de sus accionistas. También deberíamos aprender algo de Islandia: exigir responsabilidades penales a quienes han destrozado las vidas de millones de familias.

Y si usted lee esto, señor Botín: ¿qué hay de mi crédito para contratar masajistas? Bueno, va, como soy un chico aventurero, me conformo con una prima de riesgo.

Del blog de Principia Marsupia
http://principiamarsupia.wordpress.com/2012/05/08/para-que-sirven-los-bancos/